Adicción a los medicamentos de prescripción médica

El abuso o adicción a los medicamentos de prescripción médica se está convirtiendo en un importante problema de salud pública.

Es una de las adicciones más frecuentes, y a menudo olvidada.

Esto sucede cuando las personas nos automedicamos, se utilizan con fines diferentes a los prescritos, con mayor frecuencia o cantidad, o para lograr la experiencia o los sentimientos que provoca. ¹

Motivos de consumo

Estas personas suelen tener siempre síntomas o molestias para tener que utilizar los medicamentos.

También pueden inventarse o exagerar los síntomas para conseguir recetas por diferentes medios. Éstos pueden ser a través de varios profesionales e incluso en el mercado negro, internet incluido.

La adicción a los medicamentos de prescripción médica puede ser concebido inicialmente por infinitas razones, como por ejemplo, necesitar un medicamento para conciliar el sueño, para aliviar dolores, o para tratar el estado del ánimo.

También como parte de una dieta o para el rendimiento deportivo. Incluso, en ocasiones, para paliar los efectos desagradables de otras sustancias como la resaca del alcohol o el nerviosismo de la cocaína.

La adicción a los medicamentos recetados comprende desde tomar analgésicos de un amigo para el dolor de espalda, hasta inhalar o inyectarse píldoras molidas para drogarte¹.

Entre otros medicamentos de abuso (con o sin receta), los más utilizados suelen ser los analgésicos opioides.

Hipnóticos entre los que se encuentran los ansiolíticos como el Loracepam, Bromacepam, o Alprazolam; hipnóticos o somníferos: Lormetacepam, Zolpidem, y sedantes, tranquilizantes, relajantes musculares o anticonvulsivantes: Diacepam y Clonacepam.

Estimulantes y antidepresivos como las anfetaminas (Adderall y Dexedrine) o la fluoxetina (Prozac) y el metilfenidato (Ritalin y Concreta). .

Se usan para tratar el dolor. Dentro de los medicamentos opioides podemos destacar los que contienen morfina, codeína, oxicodona, hidrocodona, hidromorfona, propoxifeno, buprenorfina, fentanilo y tramadol ².

En España, el PNSD, elaboró un informe para evaluar el alcance de una posible nueva “epidemia” de los opioides cuando salto la alarma en EEUU.

De este informe extrajeron que los principios activos más utilizados era el tramadol (62,21%), seguido del fentanilo (17,51%) y en tercera posición la buprenorfina (6,91%) sumando un 86,63% de los fármacos opioides empleados por los españoles en 2015 ².

Sin embargo, como podemos observar en la siguiente tabla extraída de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) en su informe Utilización de medicamentos opioides en España durante el periodo 2010-2018, donde hay repuntes significativos ³.

En un estudio de Sanidad sobre opiáceos, que abarcaba desde 1992 a 2006, se evidenciaba un crecimiento del 475% ⁴.

Por otra parte, Mundipharma, la farmacéutica que comercializa el Oxycontin, reconocía que desde 2007 ha multiplicado por siete las ventas del fármaco en nuestro país. Mundipharma también indica que el impacto del medicamento en España es «muy grande” ⁴.

Alarma mundial

Tras las muertes de artistas muy conocidos como Prince o Heath Ledger, derivadas del mal uso de los opioides, se obligó a las farmacéuticas a añadir un aviso: «No triture ni obtenga el polvo de las pastillas. Deben administrarse siempre por vía oral y nunca intravenosa».

La ONU alertaba en su Informe Mundial sobre Drogas 2019 sobre una nueva epidemia invisible de opioides, refiriéndose al analgésico tramadol, que se había expandido rápidamente, no sólo por África Occidental y Central, sino también por Oriente Medio.

En dicho informe, aseguraba que las drogas más letales son los opioides, que están detrás de dos tercios de las muertes registradas ⁵.

Los ansiolíticos son fármacos depresores del sistema nervioso central que incluyen sedantes, tranquilizantes y medicamentos hipnóticos.

Entre los sedantes se encuentran principalmente los barbitúricos (fenobarbital), pero también medicamentos hipnóticos sedantes no benzodiacepínicos como Ambien® y Luneta®.

Los tranquilizantes incluyen benzodiacepinas, como Valium® y Xanax®, los relajantes musculares y los medicamentos ansiolíticos ⁶.

Consumo en España

Los hipnosedantes, o benzodiacepinas, son los medicamentos más consumidos en España y son las sustancias adictivas más consumidas sólo superadas por el alcohol y el tabaco.

Este dato es demoledor por lo que representa a las mujeres: el 16% de las mujeres consume benzodiacepinas y se estima que hay más de medio millón de adictas a éste medicamento.

Existen diferencias entre hombres y mujeres en adicciones

Además, existe una falta de información al paciente que preocupa enormemente a los especialistas: 6 de cada 10 pacientes dicen no haber sido informados del riesgo de tomar estos fármacos y de los posibles efectos adversos.

Como comentamos a lo largo de éste artículo, las benzodiacepinas tienen una gran capacidad de generar dependencia, por lo que ciertos pacientes necesitan cada vez más dosis. Muchas veces, médico y paciente saben cuándo inician un tratamiento pero no cuándo terminarlo ⁶.

Aunque su indicación principal lo constituye el tratamiento de la depresión, estos fármacos tienen más usos, como pueden ser:

• Depresión.
• Algunos trastornos de ansiedad, como diferentes fobias o el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
• Trastorno de la conducta alimentaria.
• Trastornos disfóricos premenstruales.
• Prevención de síndromes vasgovales en mujeres postmenopáusicas.
• Tratamiento de la depencia del hábito tabáquico.
• Trastorno por estrés postraumático.
• Incontinencia urinaria de estrés.

Existen diferentes clasificaciones de antidepresivos según su naturaleza ⁷.

El consumo de antidepresivos se triplicó en nuestro país entre los años 2000 y 2013, al pasar de 26,5 a 79,5 dosis por mil habitantes, según datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Con ello, pasó de un consumo inferior a la media a uno de los más altos: el sexto entre los 21 países europeos de la OCDE.

Lo paradójico es que, mientras en el caso de los antidepresivos el incremento es generalizado, España, frente a la tendencia general del resto de Europa, también ha aumentado el gasto en otros psicofármacos como los ansiolíticos, de 38,1 dosis por mil habitantes en 2000 a 56,3 en 2015.

Según los datos de la Oficina Estadística de la OCDE -duplicamos la media y somos el segundo mayor consumidor, solo por detrás de Portugal o los hipnóticos y sedantes, de 17,9 a 30,9, quintos por detrás de los países nórdicos ⁸.

Porcentaje de muertes por reacción aguda tras el consumo de sustancias psicoactivas, según el tipo de sustancia detectado en el análisis toxicológico en función del sexo. España 2018.

Dentro de esta mortalidad, por ejemplo, nos encontramos datos relevantes como por ejemplo, que más del 77,8% eran mayores de 40 años, el 62,9% solteros/as, el 68,7% fue hallado/a en su domicilio, el 91,7% habían evidencias de consumo reciente, en el 81,6% no había evidencia de suicidio, el 92,1% no había evidencia de venopunción, y el 74,2% no habían anticuerpos del VIH ⁹.

Las sustancias detectadas en estos casos fueron fundamentalmente hipnosedantes (presentes en el 66,7% de estos casos), opioides (32,5%) y alcohol (41,9%).

Durante el confinamiento de la pandemia de la COVID-19, el consumo de fármacos de prescripción médica aumentó un 20%

En el periodo de marzo a noviembre de 2020, la demanda de fármacos de prescripción médica considerados antidepresivos incrementó un +4,8 % con respecto al mismo periodo de 2019.

Aunque si analizamos qué ha ocurrido en el periodo de septiembre a noviembre (coincidiendo con la segunda ola), el aumento de antidepresivos se acerca al +6 % con respecto a 2019 ¹⁰.

Recientemente el investigador británico David Nutt, profesor en el Imperial College de Londres (Reino Unido), ha investigado el potencial adictivo de varias sustancias para elaborar un índice de dependencia.

En su ranking, aparecen sedantes como Seconal el 6º, Benzodiacepinas el 8º, Anfetaminas el 9º, y los analgésicos opioides OxiContin 11º y Oxicodona 12º ¹¹.

Abandonar el uso, abuso o dependencia de los medicamentos de prescripción médica es posible. Sin embargo hay que realizarlo a través un profesional, o equipo de profesionales para realizar una desintoxicación sin riesgos y el abordaje terapéutico necesario para el abandono.